Cuando conocerse a sí mismo, no es la historia feliz que todos dicen
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Cuándo te conoces a ti mismo, no resulta la historia feliz que muchos te dicen o muestran en las redes sociales, es más bien como empezar a mover partes de ti, que estaban dormidas y mudas, y que cuándo se despiertan al principio gritan, lloran y causa mucho ruido.
Aunque esos momentos no se sienten plenos, ni a gusto, representan oportunidades claves, para encarar con dignidad esas partes de ti que estaban silenciadas y que hoy puedes acompañar desde un lugar más compasivo.
También, conocerse, implica el coraje necesario de poder decirte NO, ante conductas o situaciones que no te favorecen, es decir, es la oportunidad de elegir distinto, y comprender incluso tus propias fallas y creencias que te impide avanzar y sanar.
Desde que era jovencita había romantizado la experiencia de conocerme a mí misma, creía que apenas empezase a hacerlo, estaría muy feliz y plena, y la verdad no fue así, muchas veces, me sentí sola.
Percibí quebrarme en mi interior, una y otra vez ante diferentes contextos y personas; también había una parte de mí que cuando empecé a ver, me sentía avergonzada y que hacía grandes esfuerzos por ocultar.
Hoy te quiero compartir algunos aprendizajes que he descubierto en mi viaje personal de autoconocimiento que te pueden servir en el tuyo:
CONOCERSE NO ES CÓMODO. Más allá de lo que se pudiera ver en redes sociales, descubrirse a sí mismo implica afrontar partes rotas de ti que se han quebrado, y mirarlas pueden ser desafiante y doloroso.
VER LOS PATRONES DE CONDUCTAS QUE TE IMPIDEN AVANZAR. En el camino, empiezas a reconocer diversas creencias y pautas que no contribuyen en tu desarrollo. Por ejemplo: cuando postergar objetivos y metas, no tomar decisiones que te mantienen estancado.
IDENTIFICAR CUÁNDO TE DEJAS EN ÚLTIMO LUGAR. Darse cuánto cada vez que te dejas al final de la lista, es necesario; por ejemplo: aquellos momentos en qué te quedas callado mientras transgreden tus límites, cuándo le das tu tiempo a otros olvidando tu propio espacio personal.