¿el arte de ocultarse en las relaciones de pareja?
Tiempo de lectura: 3min.
¿Has construido una máscara como símbolo para ocultarte del otro?
Todos tenemos una máscara personal que nos cubre en el interior, que se convierte en una piel ante los desafíos de la cotidianidad. De hecho, la palabra “persona” representa “máscara usada por un personaje teatral” etimológicamente proviene de la palabra “prosopón” que significa: “máscara” Pro: “”delante”, opos: “cara” lo cual unida la frase es: “delante de la cara”
No me malentienda lector, CONSTRUIR UNA MÁSCARA NO ES MALO, todos necesitamos una, que actúe como un ropaje, que nos cubra, y que nos proteja de lo que hay afuera.
Pero, ¿qué sucede si crees que “todo tu ser” es únicamente esa máscara? Cuándo te relacionas con el mundo, desde ese ropaje, vas a tu alrededor, evitando mostrarte, para no sentir el calor y la cercanía del otro, por miedo a sentirte vulnerable.
Jung, hablaba de la máscara como un arquetipo, una imagen enraizada a una emoción con la finalidad de poder comunicar algo.
¿Qué quieres decir con tu máscara?
¿Qué cubres en el interior?
¿Miedo al rechazo?
¿A sentirte vulnerable frente al otro?
¿Buscas reconocimiento o amor?, ¿o quizás estar seguro en tu entorno?
Existe una historia fascinante que ejemplifica con exactitud este tema: el fantasma de la ópera escrita por Gastón Leroux, publicada en 1910.
En dicha historia existe la figura de un “maestro” que se muestra como un “fantasma” y es percibido por su co-protagonista femenina Christine Daaé, como “un ángel” que oculta su deformidad frente al mundo y que se compensa en las artes, arquitectura y el teatro.
A Christine, se le percibe encantada viendo a este hombre como un ángel, que cree que “cuida de ella” y de su talento pero en el fondo, solo la usa para sus propios fines ocultos. (Controlar y obtener amor).
Este “fantasma” no fue más que un hombre lastimado, que encontró en las artes una forma de compensarse.
Y Desde allí poder delinquir y controlar todo el escenario del teatro; este fantasma se endureció tanto que se terminó rompiendo con un “beso genuino al final”, que simbolizaba lo que más necesitaba en el mundo: sentir amor, solo eso pudo quebrarlo.
CHEQUEA HOY PARA TI:
¿Endureces las grietas de tu máscara?
¿Cuántas veces en tu propia historia de amor empiezas con una máscara? ¿Y qué sin darte cuenta construyes una relación ocultándote en realidad?
¿Cuán doloroso ha sido llevar ese peso en tus relaciones?
¿Con cuántos fantasmas has vivido?, ¿o en cambio has sido tu propio fantasma?
¿Has sido la Christine que concibe su mundo idealizando a los demás? ¿Y que entrega su voluntad, sin poner reparo o límites? No me malentienda lector, no es una guerra entre hombres y mujeres, es más bien un grito ahogado que aspira reflexionar el “como” estamos construyendo las relaciones personales hoy en día.
¿Quieres conocer más acerca éste tema? Te invito a formar parte del grupo de apoyo emocional “COMUNIDAD CREATIVA” en WhatsApp.